Más gestión y menos ecologismo barato

Contaminación marina en la Bahía de Sant Eulalia (Ibiza).

Año tras año, vemos que está en auge la náutica y los deportes acuáticos. Con la explosión del turismo, ha surgido un gran filón en la náutica recreativa de pequeña y gran eslora.

Cada vez más, vemos cómo desaparecen los llaüts, embarcaciones típicas de nuestras costas,  mientras entran con furor en nuestras aguas y puertos las lanchas deportivas y yates de gran eslora. Donde antes se veía atracado un llaüt, ahora hay un yate de una decena de metros o más.

Se está dejando de lado el patrimonio marítimo local. Los pescadores recreativos salían a pasar una jornada de pesca alrededor del puerto donde tenían el amarre, y así disfrutaban el día con la familia. Ahora ya no les compensa. Se crean reservas donde antes podían ir a pescar a pocas millas de distancia. Ahora no vale la pena, «lo han machacado todo», según me decía un viejo pescador de la zona.

Los pescadores profesionales también resultan agraviados pues deben salir más temprano para llegar a las buenas pesqueras, ya que cerca no hay nada. Por eso piden crear reservas marinas, pues no les afecta en nada. Solo les interesa que nadie toque los recursos en una zona en la que en un futuro podrían faenar de nuevo para volver a esquilmarla.

La tradición náutica y pesquera recreativa de Baleares está desapareciendo. Se ha echado de los puertos a las pequeñas embarcaciones para dejar espacio a las grandes con unos precios desorbitados. ¡El lujo llama y se cobra!

No entendemos cómo, tras haber destruido el litoral, quieren una ampliación de una reserva que se extienda desde Malgrats al Toro. Los puertos actuales albergan más embarcaciones de más eslora, que portan más litros de combustibles, aceites y un sinfín de agentes contaminantes que, si sucediese alguna desgracia, haría desaparecer en pocas horas el trabajo realizado sobre el litoral durante 40 años, originando una crisis medioambiental en la zona.

La creación de injustas reservas marinas con interés pesquero tienen el supuesto objetivo de preservar el medio ambiente y repoblar la zona. Sin embargo, esas zonas siguen sufriendo un grave impacto medioambiental como consecuencia de la actividad pesquera profesional. Se excluye, cómo no, la posibilidad de disfrutar de un agradable día a los pescadores recreativos donde siempre les habían permitido pescar cuatro peces para consumo propio.

Existen casos realmente hirientes como la aberración de que se deje aún faenar en el mayor parque natural del Mediterráneo: Cabrera.
Mientras, cualquiera puede seguir viendo las estelas de gaviotas tras los arrastreros en busca de presas fáciles, cuando desde hace un par de años se exige por ley el descarte cero.

¿Por qué esta sociedad de lo políticamente correcto no abre los ojos? ¿Por qué se estigmatiza la pesca recreativa con la finalidad de autoconsumo y no a la pesca profesional no selectiva?

El mercado es muy grande y se vende la ecología como un sello de calidad para el turismo poco conocedor del mar. Los turistas son llevados a corrales donde pueden disfrutar de acuarios marinos y se creen que toda Baleares es igual, pero no todo es igual que en esos cincuenta metros cuadrados que se acaban de visitar.

Esas zonas tan «bonitas» son enclaves privilegiados desde tiempos inmemoriales, donde las corrientes marinas han conseguido generar un hábitat espectacular. A pocos cientos de metros hay puertos deportivos, emisarios contaminantes de aguas sin depurar o directamente salidas al mar de tuberías que sueltan residuos de todo tipo cada vez que llueve por no estar separadas las redes pluviales y fecales.

Con un poco de corriente a favor, estas aguas contaminadas llegan a la orilla y provocan indignación. Los políticos y las asociaciones ecologistas echan entonces la culpa a la sociedad en lugar de asumir sus errores.

Descartes de la pesca profesional en la Bahía de Sant Antoni. 

Y nos preguntamos por qué nosotros, con instalaciones que se han financiado gracias a los impuestos que aportamos los contribuyentes, seguimos pagando año tras año una tasa para una gestión correcta de los residuos y éstos, se tiran al mar.

Nos encanta la mejora actual de Palma para «evitar» tirar al mar los desechos fecales de la ciudadanía. La solución ha sido alargar la salida del emisario para que vierta cinco millas más adentro. ¿Bajo qué estudio medioambiental? ¿Quién apoya esto? ¿Los ecologistas?

Si hasta ahora han destruido una franja de litoral importante, luego destruirán otra diferente en la que el litoral y el fondo estaban hasta ahora libres de amenazas.

Aún buscamos una asociaciación con fines ecologistas reales. No aquéllas a las que oímos siempre quejarse y que presumen de que  su objetivo es salvaguardar el mar y su hábitat, cuando en realidad todas ceden a intereses económicos.

Los lobbies están haciendo mucho daño y mueven la postura política y ecologista. Ningún ciudadano conoce la realidad. Si saliese a la luz, muchos no la creerían o preferirían no creerla.

La manipulación mediática, el ecologismo de interés, no mira por un futuro sostenible, sino por el interés de la sociedad actual a pocos años vista.

Un ejemplo muy interesante es la zona marina para protección de la posidonia del salobrar de Campos que va desde la Rápita hasta la Colònia de Sant Jordi, donde no se puede realizar pesca recreativa, pero, sin embargo, sí que se permite el fondeo de embarcaciones de pequeña y gran eslora cerca de la zona de litoral. Una aberración que, por un simple error, podría originar una catastrofe ecológica en la zona. Recordemos como ejemplo el yate que se incendió hace unos años.

Buscamos urgentemente a quien, con criterios científicos y con estudios reales y no de interés, pueda dar indicios y soluciones para una gestión correcta en el mar balear, y, siguiendo esos criterios, crear una normativa sin exclusión y planificada, con el fin de aportar riqueza a las aguas para favorecer el turismo, todo tipo de pesca recreativa y la pesca profesional sin descartes y selectiva.

Por el futuro de nuestros mares, y por una conservación real y eficaz.

Port Adriano hace unos años

Port Adriano ahora 

Deshechos directos al mar sin haberse filtrado por la depuradora

Pescador submarino con varios kilos de toallitas recogidas a pocos metros de la playa.

José Morey es portavoz de la plataforma Stop Falsas Reservas

https://www.gacetanautica.es/noticias/mas-gestion-y-menos-ecologismo-barato

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